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Se suele decir que las fases de la creación o creatividad son más o menos las siguientes:
- Lluvia de ideas
- Iluminación
- Elaboración
- Depresión
Lluvia de ideas
Sea de forma más o menos organizada o caótica, cualquier idea está asociada a unas cuantas más a modo de cesta de cerezas.
Iluminación
La imagen más aproximada sería como cuando se revelaban hasta hace poco las fotos. De borrones de luces y sombras, va apareciendo una figura cada vez más nítida…
Elaboración
… Pero cuidado; si seguimos iluminando la foto se acaba velando. Así que llega un momento en que hay que definirse por algo y poner todos los medios a nuestro alcance para que eso que tenemos en nuestra imaginación pase al mundo real.
A modo de regla mnemotécnica, se suele decir que la creación se compone de un 10% de inspiración y un 90% de transpiración.
Depresión
Extrañamente, después de un proceso creativo se produce una depresión que es difícilmente entendible porque no tiene relación con los procesos traumáticos de otras depresiones.
Sobre las tres primeras, se puede encontrar abundante documentación a través de la red, pero sobre la depresión o melancolía (si se prefiere un término más literario) no hay tanto.
Decía Ortega y Gasset: El esfuerzo inútil conduce a la melancolía.
Esto sería lógico si después del proceso mencionado arriba no se consiguieran resultados. Pero incluso aunque se consigan, la melancolía aparece indefectiblemente.
Sólo se me ocurre superar esta paradoja a través de algunos de los detalles que apunté en el post #Noblog. En concreto, en tratar a la melancolía como un pececillo más.
No digo que Ortega y Gasset no lleve razón en parte, pero a mí me parece muy suave la palabra melancolía para describir cómo puede una persona encontrarse cuando se deja los cuernos en algo y sale mal. En función del tiempo y la intensidad del esfuerzo el sentimiento posterior es peor. Esto es lo que estamos viendo hoy. Personas que después del esfuerzo y el fracaso sienten que la sociedad les ha decepcionado, lo cuál puede llevar a problemas mentales. Ojalá todos pudiéramos ver esto como Ortega y Gasset.
Tengo la sensación de que en la estafa en la que se ha convertido este sistema tiene un papel importante el rol que se le ha dado (en mi opinión, erróneo) al éxito.
Cualquier esfuerzo con buena voluntad tiene valor por sí mismo con independencia del resultado final. Para mí, uno de los mejores ejemplos es el de la PAH.
Puede que no pueda arreglar el problema de la vivienda para todo el país. Pero tengo por seguro que para las personas que están dentro de ella es lo mejor que han podido encontrar.
Hola Jerby!! Ya he localizado tu Blog! Estoy haciendo calentamiento para lanzarme a la carrera de comentarlo con toda la pasión que habita en mi interior. Amén.
Hola Delfina! Contacté contigo a través de tu otro blog, pero tú puedes elegir con cuál quieres relacionarte con #Jerby.
Sobre comentarios y comentaristas, creo que son el alma de los blogs…
Vaya, vaya… ¡Esto se está animando de nuevo! ¡Que bien!
Es muy curioso lo que dices de las fases de creación…
La creación requiere un trabajo tan intenso que, independientemente del resultado conseguido, parece que el alma pida un poco de descanso para recuperarse.
Ignoro la razón neuronal de tal proceso; pero doy fe que me he pasado en mis propias carnes… no voy a entrar en detalles porque el tema de la depresión o melancolía es muy delicado.
Pero intuyo que un poco de zen no viene mal en estos casos…
Cualquier proceso mental que no sea automático requiere un esfuerzo y ese esfuerzo genera cansancio. El cansancio puede producirnos malestar físico y el malestar físico y el emocional son amigos, se quieren, van de la mano. En mi opinión esta puede ser una buena razón.
Por eso, creo que deberíamos confiar un poco más en nuestro inconsciente…