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Mucho se habla de salir de la zona de confort; incluso en este blog, hemos mencionado algo sobre surfear al borde del caos. Pero lo cierto es que muchas personas estamos viviendo ya en la zona de caos.
En algunos relatos cosmogónicos griegos, el Caos es aquello que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es decir, el estado primigenio del cosmos infinito. El término procede del griego antiguo Χάος, espacio que se abre o hendidura, y procede del verbo χἄω, que en formas derivadas significa bostezar, abrirse una herida o abrirse de una caverna. En el siglo V a.C. se lo identificó con el aire, adquiriendo solo tardíamente el sentido de confusión elemental, con Ovidio. (Wikipedia)
Sea cual sera el origen mitológico del caos, la sensación de que se nos está abriendo la tierra bajo nuestros pies es cada día más habitual para el común de los mortales. Ni siquiera la teoría del caos nos tranquiliza un poco; aunque en este blog contemos con el efecto mariposa de #Bolboreta.
Decía Kipling:
SI
Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu alrededor
todos la pierden y te cubren de reproches (…)
Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre! hijo mío!
Sin embargo, Murphy diría algo parecido a esto: Si puedes conservar tu cabeza, cuando a tu alrededor todos la pierden y te cubren de reproches, es que no tienes ni idea del problema.
Tanto si tomas la línea de Kipling como la de Murphy, está claro que lo importante es conservar la cabeza de una manera u otra. 🙂
El Camino del Rey
Nos gustaría que en los comentarios nos dijeras cómo conservas la cabeza en las situaciones caóticas.
Es cierto, aún estamos unos cuantos que conservamos la cabeza a pesar de estar en la zona de caos. Me ha sorprendido el enlace a la wikipedia. En todos mis estudios de ciencias experimentales, recordaba los sistemas estables e inestables, pero no los caóticos. Supongo que estos son los más difíciles de estudiar, o al menos aplicar a ellos un modelo matemático, que es lo que los físicos intentan casi siempre hacer.
Creo que el caos implica ser psicológicamente muy fuerte y que esa cabeza esté muy fría. Si no es cuando se pierde. Porque precisamente, vivir en el caos es un no saber por dónde tirar. Y como hay que tirar hacia algún lado, empiezas a darle vueltas a todo, vueltas y más vueltas… y encontrar un camino, aunque sea erróneo, es complicado.
Paradójicamente, la naturaleza es un sistema caótico. En verano suele hace calor y en invierno, frío. Pero este año, ha nevado en verano, ¿no te suena a algo caótico?
Bueno, lo puede parecer, no sé si es mejor llamarlo caos o más bien «sistema no exacto». Sobre el papel 2+2 son igual a 4. Pero en la realidad las reglas tan exactas no suelen cumplirse, al menos no siempre. Y esto vale para la naturaleza, la vida de las personas, todo. A los ejemplos me remito. Estudiar no siempre es igual a aprobar un examen. Esforzarse no siempre conlleva un reconocimiento a ello, muchas veces lo que te llevas es una buena … en toda la cara. Y como esto podemos seguir con los ejemplos.
Hola #Jerby!
Particularmente he experimentado cosas en mi vida dignas para perder la cabeza y por algún moitvo no sucedió. Creo que uno de los factores es no perder la fe y saber perfectamente hacia dónde quieres dirigirte. No es nada fácil cuando tu entorno es caótico y las miradas que recibes quizás no sean de tu agrado, pero al final la vida recompensa aquellas personas que perduró en sus ideales y en sus buenos quehaceres en la vida 🙂
Un abrazo!
Curiosamente, en la zona de caos, es más útil una brújula que un reloj…